La sequedad de estas tierras me inspira respetó a quienes las habitan.
La inmensidad, paz.Sus colores rojizos y parcelados me conmueven por sus falta de explotación.
Sus apaciguantes pero escasos charcos de agua me ayudan a entender entender el porque de algunas guerras.
Distingo algunas montañas y recuerdo haber visto algo de verde alguna vez, aunque la constante de mi camino será llano, arenoso y abrumante.Sólo pensar en la temperatura al recorrer parte de estos caminos a pie me insistan a investigar hasta que punto el ser humanó esta echo para soportar tales circunstancias.
A caso, el mundo oxidental entiende hasta que punto un trago de agua puede costarte la vida.
Recorrer kilómetros con escasos medios mecánicos a diario, que tales distancias podrían ser caso de vida o muerte
La comunicación, aislamiento y falta de formación puede condenar a una pequeña sociedad de carácter milenario?
Hasta dónde hablamos de extinción y que conceptos tenemos en cuenta al hacerlo?
Como alimentaremos a tal valiente pueblo africano
Preguntas con respuestas limitadas abruman de mi intelecto.
El plano terreno comienza a escarpaze.
Los claros colores comienzan a tintares algo más oscuro.
Llegamos a la costa.Hemos atravesado la hostilidad del desierto.
El Atlántico amenaza con su espesura, líneas blancas dibujan las fronteras de tal basta extensión de tierra donde el ser humanó lucha a diario por su supervivencia.Hoy sobrevuelo tierras africanas.
Un paisaje con pocas consonantes se extiende a mas 8.000 pies de distancia bajo mis zapatos.
La inmensidad de algo tan hermoso, humilde y violento me invitan a preguntarme cuando tocare tierra en tal espectacular continente.